Calles de Providencia: Eduardo de la Barra

Calles de Providencia: Eduardo de la Barra

Eduardo de la Barra Lastarria (Santiago, 9 de febrero de 1839-Valparaíso, 9 de abril de 1900)​ fue un diplomático, ingeniero geógrafo, filósofo, crítico literario, periodista y escritor chileno. Masón destacado, fue además Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del grado 33 para la República de Chile entre 1899 y 1903.

Fue uno de los clásicos de la literatura chilena, cuya obra se inscribe dentro del romanticismo. Su obra fue publicada en Chile, Francia y Argentina.

Nacido en Santiago de Chile el 9 de febrero de 1839. Hijo de José María León de la Barra y López de Villaseñor y Juana Lastarria y Munizaga.

Se casó con su prima Lupercia Lastarria y tuvieron gran descendencia.

Realizó sus estudios en el Colegio Británico de Valparaíso y en el Instituto Nacional de Santiago. Recibió el título de ingeniero agrimensor en 1860. Militante del Partido Radical, intervino en las polémicas religiosas de su tiempo y expuso su ideario liberal en El radicalismo chileno (1875).

Se desempeñó como profesor del Instituto Nacional y en 1877 el presidente Pinto lo nombra Rector del Liceo de Valparaíso, actual Liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso.

No todo era la rectoría del liceo, también escribió y fundó diarios como “La Opinión” e influyó en el pensamiento y desarrollo intelectual de Valparaíso de la época.

Su expresión literaria contempló el ideal romántico: naturaleza, pasión, amor, desengaños, triunfo y fracaso fueron elementos presentes en sus obras, aunque en su madurez abrazó el modernismo de la mano de su amigo Rubén Darío, a quien prologó la primera edición de Azul (Valparaíso, 1888).

Traductor de Edgar Allan Poe y Sully Prudhomme, destacó sobre todo en su faceta de poeta, con un minucioso cuidado de la métrica: es autor de Poesías (1889, 2 vols.) y Rimas chilenas (1890), aunque también ejerció gran influencia a través de sus estudios literarios, siendo reconocido como el mejor tratadista de métrica de su tiempo. Destacaron especialmente sus Estudios sobre la versificación castellana (1889).

En 1882 fue enviado como ministro plenipotenciario de Chile en Uruguay y Paraguay, en donde le tocó cumplir la difícil misión de obtener la no concurrencia de este último país al Congreso Americano, donde se pensaba condenar a Chile después de la Guerra del Pacífico.

Vuelve a su país, a su liceo y a sus libros y en 1886 la Real Academia Española de la Lengua le nombró miembro correspondiente de ella.

Condenó la revolución del 1891; se trasladó al Uruguay y Argentina, donde fue bien acogido y con cariño; permaneció en diferentes ciudades argentinas, hasta el año 1895, en que regresó al país.

Interesado por las ciencias naturales, organizó, con el apoyo económico de Agustín Edwards Ross y Josué Waddington, un Museo de Historia Natural en Valparaíso; logró traer especies raras y costosas, sin costo alguno para el Estado.

Fue electo diputado suplente por Rancagua, período 1882 a 1885.

Falleció en Valparaíso, el 9 de abril de 1900.

Fuente: Biblioteca del Congreso Nacional

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