Los primeros habitantes de la comuna que hoy conocemos como Providencia datan del período agroalfarero temprano. Se trata específicamente de la cultura Llolleo, grupos semisedentarios y dependientes de los cultivos que vivieron entre los años 200 y 700 d.C. tanto en el interior (curso medio del río Aconcagua, cuenca de Santiago y Rancagua) como en la costa (sector desembocadura del río Maipo, Las Cruces y Algarrobo).
Durante las excavaciones de la Línea 6 del Metro de Santiago entre el 2012 y 2014, se encontró -en avenida Pedro de Valdivia con calle Europa- uno de los cementerios indígenas más grandes del Chile Central con los restos de 60 tumbas, 96 vasijas, más restos de ajuares funerarios y collares que confirmaron la presencia de este complejo cultural.
Para la conquista española en 1541, los terrenos de la actual Providencia eran parte de la comarca de Ñuñohue, cuyo principal poblado se encontraba en los alrededores de la Plaza Ñuñoa, comandado por el cacique conocido como Longomavico o Aponchonique.
Tras la fundación de Santiago, el capitán Pedro de Valdivia repartió los principales rancheríos indígenas entre sus compañeros conquistadores, siendo las encomiendas de Macul y Ñuñoa entregadas a Juan Jufré (yerno de Francisco de Aguirre), las que posteriormente pasaron a su hijo Luis Jofré 2. Se trataba de enormes extensiones de terreno que estaban al oriente de la actual Plaza Baquedano, junto al entonces caudaloso y cristalino río Mapocho.
Durante la Colonia, Ñuñohue pasó a ser conocida como el “Pago de Ñuñoa”, terrenos que abarcaban un amplio sector entre la naciente ciudad de Santiago, la cordillera de Los Andes, el Mapocho y el valle del Maipo, y en donde existían numerosas chacras, viñedos y criaderos de ganado.
En el inicio del Camino de Las Condes (hoy avenida Providencia) frente a los Tajamares del Mapocho existía la Quinta Alegre, perteneciente al conde Juan Agustín Alcalde y Bascuñán, lugar de reunión de la sociedad santiaguina de la época y donde se realizaban paseos en carreta y caballo.
Otra de las grandes propiedades agrícolas fue el Fundo Lo Bravo que posteriormente se llamó Los Leones y que se extendía entre las actuales avenidas Providencia y Diego de Almagro. Este perteneció a José Manuel Matte (1831), a Adrián Mandiola y Vargas (1852) y a Rosario Concha, viuda de Mandiola (1875). Otros propietarios agrícolas fueron Román Díaz, Ricardo Infante, Pedro Chacón Morales (abuelo del héroe de Iquique, el capitán Arturo Prat), Ramón Tagle y Mercedes Contador. Esta última instaló la “Casa de Ejercicios San Rafael”, donde daba alojamiento y espacio para que los fieles cumplieran con sus retiros espirituales (actual campus Lo Contador de la Universidad Católica).
Los principales caminos para conectar la zona con el centro de la ciudad eran el de Ñuñoa (actual Irarrázaval) y el de avenida Providencia, también conocida como Las Condes o Tajamar.
Cabe mencionar la importancia de la construcción de los Tajamares (1792-1805) cuyas murallas para contener la fuerza del Mapocho, se extendían desde las actuales calles Miguel Claro y Puente . A su costado se hicieron plantar sauces formando la hermosa Alameda de los Tajamares.
Este territorio pasó a llamarse Providencia una vez que instaló en 1854 el convento y la casa de huérfanos de la Congregación de las Hermanas de la Providencia. Este templo, junto al Seminario Conciliar de los Ángeles Custodios (1857) y la construcción del Hospital Salvador (1871), marcaron definitivamente la historia de la comuna. Este pequeño caserío servirá de cabecera de la comuna que se crea en el año 1897.
A ambos lados de la gran avenida que se extendía desde Providencia hasta Irarrázaval (hoy avenida Pedro de Valdivia) se lotearon los predios agrícolas en 147 sitios con una distancia aproximada de 120 metros. Prontamente se construyeron aquí hermosas mansiones rodeadas de amplios jardines y se habilitó un ferrocarril urbano de sangre, al tiempo que se estableció una famosa quinta de recreo que se hizo legendaria: Florista de Lugano .
Aunque la comuna tenía escasa entrada de recursos dada la presencia de conventos, chacras, quintas, conventillos y cantinas que pagaban impuestos ínfimos, comenzaron a llegar al sector algunas instalaciones industriales. Como el Molino San Pedro en el barrio Bellavista; la fábrica de hielo y la de Cerveza de Gubler y Carlos Cousiño en el límite oriente de la comuna; la industria de tubos de Cemento Grau, Paños Girardi y la curtiembre Magnere, cerca de Manuel Montt .
Los extranjeros son otro de los grupos de gran relevancia que escogieron Providencia para establecerse y crear verdaderas comunidades. Para el año 1907, en esta comuna se concentraba la población foránea con 480 residentes, cifra superior a Ñuñoa (191) y Las Condes (106). Aquí fundaron clubes y estadios deportivos como el “Estadium Los Leones” creado por la colonia alemana; el “Lawn tennis Club Los Leones” de los británicos y el “Stade Francais” instalado por la colonia francesa.
El siglo XX se inicia con una comuna en pleno crecimiento, con loteos de predios, aperturas de calles, entubamiento de canales y otros adelantos. En forma paralela comenzaron a surgir los primeros establecimientos comerciales, fábricas y restaurantes. Mientras que el municipio comenzó a implementar servicios públicos como escuelas, locomoción colectiva y asistencia pública.
En los años veinte, dada la cercanía con el Cantón Militar y la Escuela de Carabineros, se establecen distintas poblaciones para viviendas de oficiales y funcionarios, como la destinada para carabineros (calle Cirujano Videla) y la de quienes trabajaban en la Caja de la Defensa Nacional (en el sector de avenida Manuel Montt entre Navarrete y Urrutia). También las cajas aseguradoras y de empleados públicos se agrupan en conjuntos como las poblaciones Unión de Empleados de Chile (en Eleodoro Yáñez, entre avenidas Suecia y Los Leones); la de la Caja de Seguro Obrero (calle Valenzuela Castillo Velasco) y la población de Empleados de la Tesorería (en el cuadrante entre Bilbao, Condell, Marín y Seminario). A estos se suman los conjuntos Comunidad Keller y las poblaciones de calle Viña del Mar y William Noon.
Junto a surgimiento de numerosas viviendas, se lanzaron las primeras ordenanzas de tránsito y se decretó el pago obligatorio de patente de vehículos, lo que permitió nuevos ingresos al municipio que pudo mejorar la infraestructura vial: se empedraron las calles y a partir de 1918 se instaló la luz eléctrica.
Otro hecho relevante de esta época ocurre en 1925, cuando es urbanizado el fundo Los Leones, un gran paño que se extendía entre Pedro de Valdivia y el Canal San Carlos. De este periodo también es el relleno de parte del lecho del río Mapocho que dio paso a la avenida Costanera y al Parque Balmaceda.
Ciudad Jardín
Providencia es la primera comuna de Santiago que nace con el nuevo modelo urbano de barrio o ciudad jardín, propio del continente europeo. Durante la década del 20, el sector es una mezcla de casas-quinta, villas aisladas y nuevos conjuntos habitacionales en donde las áreas verdes son un factor común que beneficia a sus habitantes. Un papel clave tuvo en este cambio de paradigma, Alicia Cañas Zañartu, primera alcaldesa de Providencia y la primera mujer en asumir un cargo de representación popular en toda Sudamérica. Es ella quien contrata al paisajista austríaco-alemán Óscar Prager con quien desarrollan un plan urbanístico con parques, plazas y avenidas arboladas, como los de las calles Pocuro y Los Leones. A lo que sumaría la construcción de la avenida costanera Andrés Bello, el parque Bretaña, hoy Balmaceda y el ensanche de la avenida Providencia.
La comuna continuó su crecimiento, debiendo mejorar su equipamiento urbano sin perder su característica de ciudad jardín. Ejemplo de ello es el Club Providencia construido en terrenos del Estadio Municipal (1979) que rápidamente fue considerado como uno de los mejores del continente gracias a su variedad de servicios. Sin embargo, el auge de Providencia también trajo algunos problemas, como el aumento del tránsito tanto de vehículos como de personas, lo que impulsó a las autoridades a crear un nuevo eje vial, la “Nueva Providencia”, paralela a la avenida Providencia. El artífice del diseño de esta vía, fue el arquitecto Germán Bannen Lay, asesor urbanístico y director del departamento de desarrollo Urbano del Municipio de Providencia. Otra de sus obras son el Parque de las Esculturas, los Café Literarios de Bustamante y Balmaceda, el Paseo Las Palmas y las remodelaciones de la plaza Pedro de Valdivia y de la avenida Pocuro.
Sus ideas llevadas al plan regulador hacen que hoy la comuna sea reconocida como uno de los mejores lugares para vivir en la capital. Bandejones amplios, plazas, veredas anchas, y la obligación de los edificios de no construir más del 20% del primer piso para destinarlo a áreas verdes, son parte de la norma que vino a resolver la falta de parques.
El impulso de la comuna se ha extendido hasta el siglo XXI, con un gran crecimiento comercial en el área norte de la comuna, donde surge el llamado barrio Sanhattan, con las modernas torres del World Trade Center Santiago y el Costanera Center, el edificio más alto de Sudamérica, que alberga un gran centro comercial y un mirador de 360 grados llamado Sky Costanera.
Fuente: Enciclopedia de Santiago