Nació en Santiago, el 11 de abril de 1876; hijo del distinguido hombre público don Eduardo Matte Pérez y Eloísa Gormaz Araos.
Se casó el 30 de abril de 1898 con Elena Pinto Cruz y tuvieron 4 hijos.
Hizo sus estudios en el Colegio Benjamín Vicuña Mackenna y en el Instituto Nacional; los estudios superiores, en la Universidad del Estado, donde obtuvo su título de abogado en julio de 1897.
Miembro del partido Liberal, fue uno de los jóvenes políticos que contó con afectos, tanto en el Parlamento, como fuera de él.
Ingresó por primera vez a la Cámara en el periodo 1906-1909, como diputado por las agrupaciones de Petorca y La Ligua; integró la Comisión Permanente de Instrucción Pública y la de Guerra y Marina.
Fue reelegido diputado periodo 1909-1912, por la misma zona; integró la Comisión Permanente de Hacienda y fue presidente de ella.
Nuevamente reelecto diputado, periodo 1912-1915, pero por Rancagua; continuó en la Comisión Permanente de Hacienda y fue también presidente de ella. Durante dos periodos de la Cámara presidió la Comisión de Hacienda y el proyecto que después fue ley y que postergó la conversión hasta el 1o. de enero de 1915, se debió a su iniciativa.
Electo diputado por Rancagua, Cachapoal y Maipo, periodo 1915-1918; continuó en la Comisión Permanente de Hacienda.
En la Cámara liquidó la situación del ministerio de Guerra, con todos los compromisos que tenía, encargos de armamentos, materiales de guerra, etc., presentándole al Congreso y al país la verdad desnuda.
Fue administrador del Hospicio de Santiago, desde 1902, fecha en que falleció su padre, don Eduardo Matte Pérez, que era el administrador en esa época.
Renunció a la Comisión de Hacienda, cuando el Presidente Barros Luco lo llamó a compartir las tareas de gobierno, en el ministerio de Guerra y Marina, desde el 13 enero 1913, hasta noviembre del mismo año, en el gabinete Rivas-Vicuña, Villegas-Echiburú.
Durante el tiempo que fue ministro, las instituciones armadas de la República tuvieron en el joven político liberal un defensor.
Creó la Escuela de Aviación que dió óptimos frutos y en el Presupuesto, hizo todas las reducciones posibles encaminadas a hacer economías, significando los gastos, absolutos, verdaderos, de cada servicio.
Durante su gobierno, como ministro de Guerra y Marina, tuvo la entereza de caracter para cortar de raiz los empeños, que es lo que perjudicaba el buen servicio, pues, los influjos de partido, los adulos que las recomendaciones engendraban, como las consideraciones a las castas sociales, a los apellidos y a otras influencias, relajaban la disciplina militar y daban pábulo-en los casinos de las distintas reparticiones-a los pelambres que solían ser la raiz de los desagrados de cuartel.
Caído el Ministerio, continuó en la Cámara ocupándose con preferente atención de los problemas de interés público y el Club Aéreo de Chile; en vista de su tesonero esfuerzo por sostener la Escuela de Aviación Militar, que prestigió con sus actos de ministro, se lo nombró presidente honorario de la institución.
Como hombre de negocios, fue miembro de grandes sociedades mineras y ganaderas, en las cuales descansaban parte de la riqueza pública y el porvenir de Chile, como por ejemplo: Compañía de Minas de Huanchaca, de Llallagua, de Totoral, de Vacas y otras. Y de la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego y, fue además, director y administrador de la Compañía Francesa de Minas de Naltagua, en la provincia de Santiago.
Estuvo en Bolivia, en comisión de defensa de los intereses chilenos comprometidos en Llallagua, regresando al país, después de obtener en sus gestiones excelentes resultados.
En 1921, comisionado por el gobierno, visitó Argentina, Brasil y Uruguay, como embajador extraordinario; en este año fue también, ministro del Interior subrrogante.
En 1925 también, se le designó ministro de Relaciones Exteriores, Culto y Colonización y en éste caracter fue a Montevideo a recibir al ex-presidente Alessandri, que regresaba del destierro. Inició también, como ministro de Relaciones las gestiones de solución del problema de Tacna y Arica y puso su firma al Decreto que promulgó la nueva Constitución Política de Chile, que dió término al régimen parlamentario. En dicho año, fue además, ministro del Interior Subrogante. En la presidencia de Emiliano Figueroa Larraín, 1925-1927, sirvió la cartera de Relaciones Exteriores y en la vice presidencia de Oyanedel, desempeñó las mismas funciones, hasta 1932.
En 1933 presidió la Comisión Liquidadora de la Compañía de Salitres de Chile, COSACH. En 1937 presidió la Comisión Chilena encargada del estudio del tratado comercial con Bolivia.
Sirvió a la Sociedad de Beneficencia de Santiago y a otras instituciones, con desinterés y la filantropía que lo caracterizaron.
Entre otras actividades, fue también gerente del Banco Matte; consejero del Banco Español de Chile, en 1923; presidente de la Compañía de Minas y Fundición de Chagres (cobre), en 1923; director de la Compañía Minera de Huanillos y Punta Blanca, en 1923; presidente de la Sociedad Minera Carrizalillo, en 1939; director de la Compañía Minera Disputada de Las Condes, en 1939; vicepresidente de la Junta Central de Beneficencia Pública; presidente de la delegación chilena en la VIII Conferencia Panamericana de Lima, en 1938; representante a la Conferencia Económica Panamericana de Guerra. Presidente del Club Aéreo de Chile y presidente del Primer Congreso Panamericano de Aeronáutica, celebrado en Santiago.
Fue también, precandidato presidencial de la derecha, en 1938.
Explotó su hacienda San Antonio de Naltagua, en El Monte, donde inició la fabricación de aceite alimenticio.
Socio del Club de La Unión; de la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA; miembro de la Sociedad de Intrucción Primaria.
Obtuvo las condecoraciones, Gran Cruz del Imperio Británico, Gran Cruz del Imperio de Italia, Gran Cruz del Sol del Perú, Orden al Mérito de Ecuador, Comendador de la Legión de Honor de Francia, Cruz Olímpica de Alemania.
Dejó de existir, el 30 de septiembre de 1944.
Fuente: Biblioteca del Congreso Nacional